El teléfono móvil me indica que son las 00:00 y los brazos encogidos que hace frío. Barcelona camina afuera. Sus tacones lejanos repiquetean por la acera y allá casi en lo inaudible la imagino hermosa. Escucho voces. El siseo de los viandantes sube por mi ventana recordándome que afuera está la noche inmensa con el vientre lleno de adrenalina.
Ele, mi compañera de piso, me invita a aguardar la noche con un té. Bebemos. En el salón de breve luz Ele me cuenta de la India, Grecia, Egipto. Mi compañera recoge su cuerpo en un sofá individual y desde ahí me convoca su voz a viajar. Yo la sigo (tropiezo con la gente, regateo un café, veo maravillosa arquitectura, me niego a comprar una túnica, me abrumo por las miradas que aseguran que soy una puta o un dolar). Me abruma también la belleza de lo desconocido.
Desde el otro sillón la llevo a Hermosillo y siento en la voz un solazo, lo que nos sienta muy bien porque hace frío. Ele sonríe.
Vuelvo a mi ventana. Afuera nadie pasa. Todo es silencio y luz de farolas. Sospecho que me he encogido y en vez de Barcelona llegué a vivir a una maqueta muy bien iluminada. Miro hacia las ventanas de enfrente dudando de la existecia de otra persona, encuentro una luz encendida en el tercer piso, la silueta de mi vecino se despega del ordenador y ahora creo que me mira. Tomo esta foto.
Never work with children they’re animals.
Hace 4 semanas.
6 comentarios:
Me gusto la foto, pero asi nos sentimos cuando somos inquilinos de otro lugar no lo crees???
eso me pasa cuando salgo a trabajar fuera... me siento un total extraño.
mujer hermosa, todo un mar y dos meses más lejos... ya te extraño.
P.D. desde donde estoy sentada, las ventanas de mi casa van directo al cielo y ahí te siento cerca...
chata
va un abrazo grande, linda chata.
...
sí lo creo, jesús. saludos.
asomarse a la maqueta de la vida. clik!
jaja, "maqueta bien iluminada".
pues repórtate, no?
en el bajo raval descubrimos un lugar de interiores azules, murales y cañas a 1.5
messengeémonos:
aury23@hotmail.com
qué maravilla! pues ya estás, Aurora, sí que me reporto.
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