V

He vuelto sobre mis pasos porque estoy segura de encontrar mi sueño en sus bolsas de plástico.

Entre sus bultos ella es una escultura, un monumento gris como concreto, gris su rostro, su boca gris como la calle, gris el tiempo y la gente que pasamos a su lado.

Duerme. El ruido de ciudad ni la inmuta. Los claxon parecen mecerle.
Una mujer grande, hinchada de vivir, que carga consigo todo, y a la vez todo lo deja inerte, duerme en la calle y yo camino pensando que quizá todos los sueños de quienes pasamos a su lado están en eses montón de bolsas de plástico sobre las que ella ahora recarga su sosegado cuerpo.

Imagino cómo será despierta entre la gente. Imagino su cuerpo avanzar ligero entre los carros que ahora se enredan en torno a ella.

Avanzar como dormir, sin esquivar gente que va de prisa al trabajo, autos, postes, paredes, noches demasiado largas.