Lola Lince
Colaboración para el Danzine en Un desierto para la danza
He escuchado que la razón fisiológica del sueño es contar
una historia, entretener al subconsciente para evitar que el dormido llegue al estado
de vigilia cuando su cuerpo aún ocupa descansar.
Un piano ha parado de
tocar, Lola Lince aparece en el escenario articulando mi sueño en la densidad
de la noche. Mi cuerpo se olvida de mí en la butaca.
Lola se desplaza lentamente, ataviada con un vestido que asemeja un mapamundi. El silencio es
revelador, el personaje sobre el escenario arrastra las historias de la noche
cual si fueran cascabeles. Veo mi
programa de mano para asegurarme que estoy en una ficción, éste es el fragmento I: peregrinaje con campanas,
de una coreografía que, según leo , apuesta a la experimentación como móvil, al
desdoblamiento de la espiritualidad para inducir a la libertad creativa.
En la lectura que uno puede dar a las cosas siempre van implícitas
nuestras experiencias, los referentes que nos forman, quizá hasta esas pequeñas
cosas a las que parecemos no dar importancia. Así que ahora para mí, Lola es un
cuadro de Gustav Klimt, su gran vestido mapamundi brilla como los motivos de
oro que rodean el cuerpo en una de sus pinturas. Es una efigie del art noveau. Un espíritu que corta el
aire lentamente con sus manos. Es un protagonista de teatro Noh. Es la Ofelia
de Shakespeare flotando en el agua entre flores. Es mi sueño que se infla y se
desinfla, mi flujo de dopamina, soy yo en la tragedia y en la comedia.
En el segundo fragmento, el
hacedor de lluvia, la noche, un personaje oscuro con grandes ojos, danza
sobre el escenario y se alimenta del aire cual si fuera un insecto. Toma
sutiles puñados de oscuridad con sus manos y los engulle con su cuerpo. Los
sonidos agudos son agujas entre sus manos.
Fragmento III: el vuelo. Una distorsionada versión de Over the Rainbow revela recuerdos en la atmósfera del
escenario. El sobresalto de la belleza corta el aliento. Lola gira su rostro
velado por una tela, ella es blanca casi transparente, el espectador cree que
va morir. Giro mi rostro para ver a los otros. Yo, por un segundo, creo que voy
a morir. Despierto.
Venecia López
3 comentarios:
*tres fragmentos de sueño lúcido.
sí! algo así fue para mí :)
mm...
Publicar un comentario