3.30.2010

cositas nuevas


Aquí

Creo que la gente de la cuadra comenzó a partir desde ayer. Me gusta imaginar que todos se fueron al mar. Los niños que suelen patear el balón de fut le dieron una tregua a mi pared. Sólo se escuchan ladridos como una nube de perros lejanos. Yo, mientras dibujo, espero que pase el tren que recorre el bordo de lo que antes era la presa,  haciendo vibrar a los durmientes con su ruído de otro tiempo. Esta noche y desde hace algunos días estoy aventurada en unas ilustraciones para niños. Este es quizá el mejor encargo que he tenido: tocar la infancia. Los dibujos acompañarán la poesía de Sergio Valenzuela, y la publicación es con el fin de concientizar sobre el tema del agua. En el link que está debajo de mi gran naríz hay una probadita y también hay unas pinturas nuevas. 
Cuando se publique el libro se los comparto. 
Por lo pronto salud, mañana sol y buen tiempo :)
foto: Miguel Guzmán, 2009.

3.09.2010

mora peces sol

Meditación en Lagunitas

Todos los nuevos pensamientos son acerca de la pérdida.
En eso se parecen a todos los viejos.
La idea, por ejemplo, de que cada detalle
borra la luminosa claridad de una idea general. De que ese pájaro
carpintero con cara de payaso, que está horadando la corteza muerta
y ya tallada de ese abedul negro, por su sola presencia,
es una suerte de desprendimiento trágico de un mundo primigenio
hecho todo de luz indivisa. O aquel otro concepto
de que como no existe en este mundo nada
que equivalga a la zarza de la mora,
toda palabra es elegía de lo que significa.
Anoche, tarde, hablábamos con un amigo de eso,
y había en su voz un dejo de tristeza, un tono casi quejumbroso.
Después de un rato comprendí que cuando se habla de esta forma
todo termina disolviéndose: justicia,
pino, mujer, cabello, vos y yo. Pensé en una mujer
con la que hacía el amor, y me acordé de cómo, algunas veces
al agarrarle los pequeños hombros con las manos,
sentía un violento asombro ante su presencia,
como una sed de sal, del río de mi infancia,
con sus islas de sauces, la música pueril de la lancha de paseo,
las zonas pantanosas en las que capturábamos
aquellos pececitos color naranja y plata
que se llamaban peces sol. Nada tenía que ver con ella.
Anhelo, le decimos, porque el deseo está lleno
de infinitas distancias. Me parece que yo fui lo mismo para ella.
Pero me acuerdo tanto de la forma en que sus manos
partían el pan, o aquello que su padre le dijo que la había lastimado,
las cosas que soñaba. Hay algunos momentos en que el cuerpo y las palabras
son igualmente numinosos, días
que son como la continuación de la carne,
Tanta ternura, de esas tardes y esas noches,
diciendo mora, mora, mora, mora.

(Robert Hass
Traducido por Zaidenwerg)

3.02.2010

volver a casa,



Luis Camnitzer. Landscape as an attitude, 1979

a mi frente,
con el paisaje como una actitud.


Aquí más de su obra y una entrevista.

v

Hermosillo, Sonora, Mexico

algunos lugares