La octava de un ocaso. Los días que no duran. El silbato. He llegado al verde sobre gris. A la azotea. A la anécdota constante. Estoy donde los aviones se roban el sonido de la risa. Cerca de la gente. Con los ojos abiertos. Frente a la gente. Con los ojos cerrados. Pequeñita. Nada, sin embargo, aquí he llegado a encontrar todo en la calle, pero antes de tomarlo me quedo sin aire. Aún así esta ciudad me parece muy bella y aparte creo que es el único sitio donde los pájaros vuelan a la par que los zapatos.
Dear John.
Hace 1 día.
2 comentarios:
Welcome sweetheart blues
y que viva el ruco pelón...
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