El mundo está hecho con la misma tela del cuerpo.
(Maurice Merleau-Ponty)
Autorretrato XIX (1999)Francisco Toledo. Sugar lift, aquatint. 32.5 x 24.5cm
Camino por las calles del barrio, 'visible y móvil mi cuerpo está en el número de las cosas'. En la vitrina de una panadería queda una rebanada de pizza, mi hambre se parece a la del brasileño que ahora me mira desafiante, a mí me gana la risa por la competencia y él, astuto, entra al forn de pa y me gana con el trozo de pizza.
Prefiero olvidar el hambre y seguir mi trayecto a casa con la ligereza de una noche sin oscuridad, porque son las nueve y aún el cielo está claro. Y pienso que quizás la oscuridad no llega porque todos están relajados, y caminan a casa con el paso lento, la mirada perdida y los audífonos puestos, con bolsas de compras en la mano, con libros o pan. Total, no sé por qué, pero son las nueve de la noche y la noche no cae.
Mi cuerpo, que para las diecinueve horas ya ha sido rodeado por el sol, se siente extraño ahora.
Cierro los ojos y camino guiada por el tumulto de gente. Hay una música discreta en el roce de los abrigos, el movimiento de los brazos, en los pasos. Entonces me doy cuenta: es el mar.
En la transparencia de la noche, en el paso de la gente, en la mirada, está el mediterraneo.
Así que, aprovechando, dejo ir mi cuerpo por la calle Asturias, y una serena felicidad me llena de agua. Ya en la esquina me encuentro con mi compañera griega, que me saluda bromeando: qué ondas wey. Irremediablemente vuelvo a tierra.
Esas palabritas mágicas.
2 comentarios:
que chingón. el paseo maritimo constante. un beso guey. bámbola mediterránea. (no dejes que los brasileños te ganen con la última rebanada del día)
En 5 meses me lanzo al mediterraneo, en un bote de vela y de motor.
Esperame.
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