8.14.2008

afuera

Me quedo detenida. La taza de café se enfría con el asa prendida a mis dedos. Me pasa imperceptible el tiempo, como una telaraña por los ojos, como la mancha constante de autos sobre la carretera. Ya no hay lento o rápido, sólo este segmento de día que se me escapa sentada frente al lienzo. Me gana la risa por lo absurdo de mi oficio. A veces me sorprendo ciega. Todo es un borrón de cosas en el cuarto. Mis pensamientos un borrón también. A veces nomás no se puede pintar. Mi reflejo en el café me devuelve la mirada. Me digo quedito: Salta; y es que la taza parece un pequeño precipicio. Me digo también: hay que ir al centro del inmenso solar. Recuerdo: estoy en mi ciudad, afuera la gente camina con el cuerpo ardiendo y la mirada enganchada al día.

5 comentarios:

jose fá dijo...

he estado allí... aunque no es ese allí
claro que sí...
a veces estoy en otro
que también es allí
parece que muchos allís juntos
hacen el allá

jose fá dijo...

disculpa la confusa (o escasa o nula)redacción

Pina dijo...

Y a veces al estar no estamos, ni somos. Imagino que en una de esas fue donde quedó Aureliano en Cien años de soledad en uno de los sueños que finalmente lo atrapó para siempre.

Comadre Fita, me alegra encontrarte. Venetzia. Te extrañábamos aquí.

Un abrazo de niñas jugando a las Comadres ... o a las Comiditas (¿ya no se juega a eso?

venecia lopez dijo...

muchos allís juntos hacen el allá... me gusta eso, Josefa. Pina, yo todavía juego a las comiditas. Un abrazo grande a ambas, en el aquí.

Omar Bravo dijo...

Que padre texto. Muy padre. Es un poema.

Eso de, "me digo quedito, salta", "la gente ardiendo con la mirada enganchada al día"

Que padre leerte estas cosas.

v

Hermosillo, Sonora, Mexico

algunos lugares

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